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El equipo de Volandri se convierte en la primera nación capaz de ganar tres veces consecutivas desde 1972. Y lo hace incluso sin Sinner y Musetti, gracias a la remontada de Flavio sobre Munar y a la victoria de Berrettini sobre Carreno.

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Flavio Cobolli remonta un set en contra ante Munar, recupera un partido que parecía perdido y consigue el 2-0 contra España: la Copa Davis es para Italia, por tercer año consecutivo, el primero sin Sinner.  En la Feria de Bolonia, ante 10 000 espectadores en éxtasis, se celebra una gran fiesta azul.  Tras la victoria de Berrettini sobre Carreno Busta, su amigo Flavio repitió la hazaña (1-6, 7-6 y 7-5 el marcador), como ya había hecho en cuartos contra Austria y en semifinales contra Bélgica. ​

EL PARTIDO: En el único precedente, hace menos de dos meses en el Masters 1000 de Shanghái, Munar ganó por sorpresa en dos sets (7-5, 6-1).  Las condiciones eran completamente diferentes, por el clima tórrido de China y, sobre todo, por el ambiente de Bolonia, que ofrece a Flavio apoyo y motivación.  Pero el peso de la presión es mayor y provoca un efecto de choque.  Munar, por su parte, está en uno de esos días en los que todo sale a la perfección: un rendimiento altísimo en el servicio, golpes ganadores que se imprimen en las líneas, piernas con resortes que le permiten llegar a todas partes. Gracias a una prodigiosa recuperación, en un punto que parecía perdido, el español consigue el primer break y se pone 2-0.  Munar tiene confianza, utiliza también la variante del saque y volea, y concede muy poco en el servicio. Consigue otro break para el 4-0: frente a él hay un Cobolli petrificado, que mete una primera de tres en los dos primeros turnos de servicio. El italiano intenta volver al partido en el quinto juego, pero no consigue aprovechar las cinco bolas de break, en parte porque su rival coloca otros tantos primeros servicios. Munar no se acobarda ni siquiera cuando saca para el primer set: cero puntos concedidos a Cobolli, que ya se veía en el segundo set, y se materializa un contundente 6-1 en 34 minutos.  El problema, para Flavio, es que la música no cambia en el segundo set. Cobolli sigue cometiendo muchos errores, falla un golpe directo y sufre inmediatamente el break.  Lo recupera en el siguiente juego, interrumpido durante unos diez minutos por el malestar de un espectador en la tribuna, en la tercera oportunidad, gracias a una benévola red que hace imposible una volea incierta.  Flavio finalmente se anima, muestra esa agresividad que le había faltado durante todo el primer set y se pone por primera vez por delante en el marcador: 2-1. Ahora Cobolli es otro: también le funciona el revés paralelo, con el que consigue un par de valiosos puntos ganadores. Al mismo tiempo, el nivel del español, número 36 del ranking, extraordinario durante los primeros 40 minutos, baja un poco. El resultado es un delicado equilibrio.  En cuanto puede, Flavio ataca y busca la red.  Munar no se rinde y llega a todas partes: con 6-5 a favor de Cobolli, anula cuatro puntos de set apoyándose en sus primeros servicios. Se llega al tie-break: el romano activa el turbo y doblega la resistencia de su rival, que anula otros dos puntos de set con su servicio, pero luego tiene que rendirse (7-5).  Todo se pospone al tercer set. Ambos conceden muy poco en sus respectivos turnos de saque hasta el 5-5. Munar se descompone, Cobolli consigue el break decisivo y cierra el set por 7-5.

Fuente: gazzetta.it/Tennis/Coppa-Davis