Del matrimonio transfronterizo entre la sociedad italiana Saipem y la noruega Subsea7 nace Saipem7, un coloso europeo de los servicios para la energía offshore con ingresos anuales estimados en alrededor de 20 mil millones de euros, una cartera de pedidos agregada de 43 mil millones y un margen operativo bruto superior a los 2 mil millones.
El nuevo grupo, que tendrá su sede legal en Milán y estará cotizado tanto en la Bolsa de Milán como en la de Oslo, contará con una fuerza laboral de 45,000 empleados, de los cuales 9,000 serán ingenieros. La operación prevé que los actuales accionistas de Saipem y Subsea7 mantengan el capital del nuevo grupo de forma equitativa, con una relación de intercambio de 6,688 acciones de Saipem por cada acción de Subsea7 poseída. Además, a los socios de Subsea7 se les distribuirá un dividendo extraordinario de 450 millones de euros inmediatamente antes de la finalización de la fusión.
El plan industrial de Saipem7 prevé sinergias anuales de alrededor de 300 millones de euros a partir del tercer año posterior a la fusión, con un coste total de integración estimado en torno a los 270 millones de euros.
La operación ha recibido el fuerte apoyo de los accionistas de referencia italianos, Eni y CDP Equity, que se han comprometido a votar a favor de la fusión. Junto con la noruega Siem Industries, socio de Subsea7, han suscrito un protocolo de entendimiento que establece el compromiso mutuo para apoyar la integración y establece los términos de un pacto parasocial efectivo una vez completada la fusión.
La gobernanza del nuevo grupo prevé que el presidente sea designado por Siem Industries, mientras que el director general será nombrado por los socios italianos. El actual director general de Saipem, Alessandro Puliti, será nombrado director de Saipem7.
Los directivos de ambas empresas comparten la convicción de que esta fusión responde a una sólida lógica industrial, en línea con la evolución del mercado global de los servicios energéticos y con la creciente complejidad de los proyectos solicitados por los clientes. Este importante desarrollo industrial pone de relieve la fuerte solidez y competitividad de las empresas italianas en el panorama internacional y su contribución a la creación de campeones europeos capaces de competir en el escenario global en sectores cada vez más determinantes como la energía, la innovación tecnológica y la transición energética.