El buque de investigación italiano «Laura Bassi» ha concluido la misión que lo llevó a navegar durante dos meses por aguas antárticas en apoyo a las actividades de investigación sobre las dinámicas físicas y biogeoquímicas de áreas específicas del continente. Tras una escala de tres días en el puerto de Milazzo, el buque soltó amarras desde el muelle XX Luglio poniendo proa hacia el puerto de Ancona. El barco llega desde Nueva Zelanda. Se trata de la 40ª expedición científica a la Antártida financiada por el Ministerio de Universidades e Investigación, en el marco del Programa Nacional en la Antártida, gestionado por el CNR para la coordinación científica, por la ENEA para la planificación y organización logística de las actividades en las bases antárticas, y por el Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Experimental (OGS) —propietario del buque— para la gestión técnica y científica del rompehielos.
El «Laura Bassi» zarpó el pasado 15 de diciembre desde el puerto de Lyttelton. En total participaron 42 personas: personal técnico y de investigación, junto con una tripulación de 23 miembros. El rompehielos completó dos rotaciones desde Nueva Zelanda hasta la Antártida, circunnavegando el Mar de Ross y alcanzando la base italiana en la Antártida «Mario Zucchelli» (MZS) para actividades logísticas y de apoyo.
«La campaña de este año —explicó Franco Coren, director del Centro de Gestión de Infraestructuras Navales del OGS— nos ha enfrentado a desafíos complejos. Gracias a la colaboración entre la tripulación, el personal técnico y el científico, conseguimos completar el 100% de las actividades logísticas y el 60% de las científicas previstas». «Para nosotros, la seguridad del personal y la integridad del buque son fundamentales, y hemos tomado decisiones de gestión siguiendo esta perspectiva; el mar merece respeto y lo inesperado siempre está a la vuelta de la esquina, pero gracias a la preparación del equipo hemos logrado concluir la campaña de la mejor manera posible», precisó Coren. Tras una breve escala en Nueva Zelanda, el buque reanudó su viaje de regreso a Italia, tras 40 días de navegación, siguiendo una ruta a través del Océano Pacífico austral, rodeando el Cabo de Hornos y atravesando el Océano Atlántico con el viento a favor.