Artículo: Ministero della Cultura. (Italia-Repubblica Dominicana, firmato Memorandum per il prestito di un reperto dell’Università di Torino – Ministero della cultura).
Foto: Ministero della Cultura.
Se firmó hoy en Roma, en el Ministerio de Cultura, el Memorando de Entendimiento para el préstamo de bienes culturales entre el Ministerio de Cultura de la República Italiana, el Ministerio de Cultura de la República Dominicana y la Universidad de Turín.
Estuvieron presentes el Ministro de la Cultura, Alessandro Giuli, el On. Paolo Barelli, el rector de la Universidad de Turín, Stefano Geuna, el jefe de gabinete, Francesco Spano, el consejero diplomático del ministro, Clemente Contestabile, el jefe del departamento para la protección del patrimonio cultural, Luigi La Rocca, el ministro de cultura, Milagros Germán Olalla, el Embajador de la República Dominicana en Italia, Tony Raful Tejada, el Consejero de la Embajada para los Asuntos Culturales, Joaquín F. Taveras Pérez, el Asesor Oficina de la Ministra de Cultura, Beatriz Ferrer, la Asistente Ejecutiva de la Ministra de Cultura, Laura Khouri, el Consejero, Arelys Perdomo.
En el centro del acuerdo está el Zemi (o Cemì en la transliteración española) de algodón, propiedad del Museo de Antropología y Etnografía de la Universidad de Turín (MAET). Este artefacto de gran valor histórico e identitario, perteneció a la población taíno, un grupo desaparecido unas décadas después de la llegada de Cristóbal Colón a la República Dominicana, será entregado durante 6 meses a las autoridades dominicanas.
El término Zemi indica un poder místico contenido en objetos sagrados de diversas formas y materiales. Tras la colonización, la mayoría de estos hallazgos fueron destruidos. Sin embargo, algunos ejemplares de piedra o madera se conservan en las colecciones de museos americanos y europeos. El único Zemi de algodón que contiene reliquias humanas, que ha sobrevivido hasta hoy, pertenece a las colecciones del MAET. Se trata de una figura antropomorfa de unos 55 cm de altura realizada en algodón trenzado, que contiene una porción de cráneo humano deformado según la costumbre de los taínos. La envoltura de algodón se data con gran probabilidad entre 1439 y 1522 d. C. mientras que análisis recientes han revelado que el cráneo probablemente se remonta a un período más antiguo y, con todas las evidencias, es un objeto de culto que encarna el espíritu de un ancestro o de un jefe.